Apunte de "Los escritores inútiles" Ermanno Cavazzoni
Hay que decir que en el panorama social vigente el escritor es una persona odiosa: da vueltas por la casa en busca de una idea para transcribir y mientras tanto mira en la heladera, se corta dos fetas de fiambre, se fríe un huevo, prueba el caldo de carne; después, eventualmente, se cocina fideos con tuco, no porque tenga hambre sino porque un escritor en estado de perturbación está nervioso y come sin darse cuenta, ya desde la mañana; después se hace café y come de nuevo, siempre perturbado y sin saberlo, por ejemplo trozos de pan con mayonesa, salame, que mordisque untado con mostaza andando por la cocina, el balcón y el comedor.