Un largo río
Pía Bouzas
Dos hombres escalan una
montaña difícil. El tercer hombre los observa desde el campamento, intenta
escribir un diario, quiere que el tiempo pase rápido. Él tenía otro plan, sacar
fotos. Pero la cámara se arruinó, no sabe escalar y se quedó solo en el
campamento. Para no enloquecer mira a los otros dos. Registra sus ascensos, sus
noches colgados de la piedra. El registro lo ata a su propia experiencia, anula
el tiempo pero le trae la fortaleza del recuerdo: es todos los pedazos de
historia que fue para llegar a este solitario que mira la montaña y los dos
hombres que cuelgan como manecitas del reloj. Sólo que el tiempo que marcan es
arbitrario e irreal. Cuando finalmente se reúna con ellos, los dos le dirán: Te
veíamos desde la montaña, parecía que estabas loco.
El resumen del último
cuento de “Un largo río” de Pía Bouzas es una mirada –de las tantas posibles–
al conjunto del libro. El lector piensa que la historia lo coloca en el rol de
observador, pero muchas veces el lector entiende que los personajes lo miran a
él. Como en la historia del colectivo y la incomodidad de “30 grados y sigue
subiendo”, en “El bebé del Geraldine” o “Por primera vez en mucho tiempo nos
sentimos a salvo”.
En medio del campo
visual, entre los escaladores y el solitario que cuida el campamento, también
podemos colocar al lenguaje. La oralidad que tanto se cuida en cada cuento,
desde la selección de palabras y la omisión. Desde no hablar de ciertas cosas o
decirlas desde miradas laterales, como en “Un globo, una nave espacial y un
robot tirafuego”.
Párrafo aparte merece
el cuento “Los juegos de Max” que sería, sin duda, el mejor logrado de los
relatos elegidos si dejáramos de lado “Un largo río” el cuento que da título a
todo el libro y que coincide en un tópico que Pía Bouzas maneja a la
perfección: La muerte. Porque la autora no tiene miedo de manejar en sus
relatos todas las posibilidades del dolor y sus consecuencias, todos los
retratos de los deudos: elije jugar con nuestro temor más humano, ya sea cómo
hijos, padre o hermanos todos sabemos cuál es el resultado final de nuestro
cuerpo y deseos, al menos en este mundo.
Link para leer el cuento "Un largo río"
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