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sábado, 14 de diciembre de 2019




Audio: Boludo, se murió la rubia de Roxette, ¿y sabés qué me pasó? me acordé de la vez que compramos un casete a medias, Look Sharp, de Roxette. ¿Te acordás? Habíamos hecho un pacto: uno lo grababa y el otro se quedaba con el original. El de la copia, que fuiste vos, conservaba los papeles de la tapa, el otro con el casete. Creo que te cagué. Pero lo que te quería contar era otra cosa. Me acuerdo que los títulos de las canciones estaban en castellano y que mi viejo se acercó a mirar lo que escuchábamos. Habíamos comprado el casete en la galería Brodway y fuimos directo para mi casa porque yo tenía grabador con doble casetera y vos no. Como sea, me acuerdo de mi viejo leyendo los títulos de las canciones y diciendo “Ay, miralos a ellos, vestiditos para el éxito”. Que tipo cabrón. Te mando un abrazo, perdón por el audio de dos minutos.

Me acuerdo, cómo no voy a acordarme. Aunque mi recuerdo es otro, complementario, casi un spin off. Recuerdo la compra del casete porque yo había gastado todo en comprar Lies de Guns and Roses y también quería tener el de Roxette. No tenía problemas en conservar la copia, porque había una incompatibilidad entre las dos bandas que me permitía sin problemas ocultar el deseo. Las letras de los Guns no tenían nada que ver con las baladas de los suecos. Quizás, ahora que Marie Fredriksson murió, se pueda decirlo con más calma: era increíble que cantaran todas frases edulcoradas sin sonrojarse, sin sentir el mismo pudor que hoy sentimos con algunas lecturas que venerábamos en la adolescencia. Que cada uno haga su lista. Recuerdo, en particular, un tema posterior Almost unreal, banda sonora de la película de Mario Bross. Habían pasado más de diez años entre el debut y Roxette metía otro hit, esta vez gracias a una banda sonora. Lo curioso (cuándo no para un grupo que no se conformó con llamar a una canción Crash Boom Bang y terminaron llamando así a todo el albúm) estaba en la letra. I love when you do that Hocus Pocus to me, cantaba Marie Fredriksson. Quizás era una mención a la novela de Kurt Vonnegut, o quizás, como dice en los portales de internet, Warner Bross había elegido la canción para la película homónima pero terminó siendo descartada para formar parte de la adaptación del video juego que siempre se renueva. Hocus Pocus fue una película de éxito, la canción de Roxette con un estribillo para esa película fue un éxito pero en otro film. Eso era Roxette, una máquina de hacer éxitos que un día se agotó. Aunque, releyendo lo que escribí, quizás, por increíble que parezca, las letras de Roxette terminaron envejeciendo mejor que las de los Guns: Axl cantaba I used to love her / but I had to kill her. O, para superarse escribió One in a million. Pego la letra de esa canción que estaba en Lies, el casete que compré original: Immigrants and faggots / They make no sense to me / They come to our country / And think they’ll do as they please / Like start some mini Iran / Or spread some fuckin’ disease / They talk so many goddamn ways / It’s all Greek to me”

No le conté nada de esto a mi amigo del audio. Sí le hablé de otro recuerdo: un par de años después salió Joyride. El tema se repetía una y otra vez en la radio lo que me permitió grabarlo seguido de un lado y del otro de un casete virgen. La solución era genial: no era necesario rebobinar y me permitía escucharlo una y otra vez. Por ese entonces mis padres se estaban mudando por enésima vez y a mí me tocaba sacar el empapelado del comedor. Tenía 13 o 14 años, no lo recuerdo, era verano, eso sí es claro, y mi amigo me ayudaba a rasquetear las paredes mientras rasqueteábamos las paredes escuchando el mismo tema en un loop que duraba media hora hasta que había que dar vuelta el casete para escuchar el lado B. Me acuerdo una de esas tardes, que entró mi viejo, fue directo al grabado y apagó la música, puteando. Ese ruido a lata extranjera lo ponía nervioso. Con mi amigo seguimos trabajando sin hablar. Mi viejo agarró una espátula y también se puso a sacar el papel de las paredes dejando escapar, de vez en cuando, una puteada.