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sábado, 2 de febrero de 2013


Copi: 

"La vida es un tango" (novela) se cruzó en mi camino de casualidad. Después leí que fue la única escrita originalmente en español. Después me di cuenta que la versión que tengo es una editorial uruguaya. Pero enseguida me di cuenta que era libro para no soltar. Difícil entrar, difícil dormirse con el libro en la mesa de luz. 

La novela se divide en tres parte: la primera el paisano de Entre Ríos llega a la gran ciudad, se ve enredado por 3 hermanos que ostentan desde poder político hasta poder periodístico (cualquier semejanza con el hoy es inevitable) y además una actriz que mantiene todos los vicios de la ciudad con su sonrisa. La segunda parte es en París. Tan distinta de la inicial como imprescindible la una de la otra. Por momentos uno espera a La Maga y a Oliveira, pero no hay lugar para ellos en esta literatura. Hay una francesa que canta y deja a su marido por el argentino exiliado y termina en la revolución de los vencidos. En la tercera parte, ya en Entre Ríos, el protagonista cumple cien años y el pueblo viene a celebrarlo. Como corresponde, los saca a patadas en el culo y otras peripecias.


Pero no termina ahí esto. No. Una puede ser casualidad. Dos, no creo. Me crucé en el camino "La ciudad de las ratas" (también novela) escrita en francés, creo, y traducida, creo. Que afirma y mejora todo lo anterior. 

Desde la visión de una rata que le escribe al humano (en sentido inverso, lo que hace a la novela traducción de traducción) y le cuenta sus andanzas. 

Desde su casamiento con una de las hijas de la rata Reina hasta una escena que puede resumirse así: un mendigo toma a una beba y ella le da sexo oral creyendo que es una mamadera, todo narrado con naturalidad por la rata, quien se asombra que los hombres también puedan amamantar.



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