Nuevo:
El nuevo, cuando todavía ostenta ese título, tartamudea y trata por todos los medios de agradar, dice chistes moderados y bien intencionados (sobre todo se burla de sí mismo) y acepta de buen gusto todas las tareas que se le indican, pero, con el paso del tiempo su voz se hace firme, ya no le importa agradar y mucho menos hace chistes bien intencionados, todo lo contrario, es agresivo y provocador, hiriente y malintencionado si alguien quiere hacerlo trabajar más de lo que él cree que le corresponde. Esta máxima se aplica a cualquier trabajo, al género masculino o femenino, al negador y al confiado. Se aplica a todos por igual. Quien ahora levante la mano para decir “a mi no” no hace más que confirmar lo que ha sido escrito.
El nuevo, cuando todavía ostenta ese título, tartamudea y trata por todos los medios de agradar, dice chistes moderados y bien intencionados (sobre todo se burla de sí mismo) y acepta de buen gusto todas las tareas que se le indican, pero, con el paso del tiempo su voz se hace firme, ya no le importa agradar y mucho menos hace chistes bien intencionados, todo lo contrario, es agresivo y provocador, hiriente y malintencionado si alguien quiere hacerlo trabajar más de lo que él cree que le corresponde. Esta máxima se aplica a cualquier trabajo, al género masculino o femenino, al negador y al confiado. Se aplica a todos por igual. Quien ahora levante la mano para decir “a mi no” no hace más que confirmar lo que ha sido escrito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario