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sábado, 24 de agosto de 2013

Pamuk Primera entrega



Escribe Pamuk en el novelista ingenuo y sentimental:

"Al soñar asumimos que los sueños son los reales; así son los sueños por definición. De modo que al leer novelas asumimos que son reales, pero en algún rincón de nuestra mente también sabemos que nuestra asunción es falsa. Esta paradoja se deriva de la naturaleza de la novela. Empecemos recalcando que el arte de la novela reside en nuestra capacidad para creer simultáneamente en estados contradictorios. Cuando leemos una novela, oscilamos entre la visión a largo plazo y los momentos fugaces, los pensamientos generales y los hechos concretos, a una velocidad que ningún otro género literario puede ofrecer. Novelista ingenuo, aquellos que no se preocupan por los aspectos artificiales de la escritura y la lectura de una novela. El novelista ingenuo (y el lector) son como la gente que cree sinceramente que entiende el territorio y la gente a la que ve desde la ventanilla mientras el coche avanza por el paisaje. Novelista reflexivo, se sienten fascinados por la artificiosidad del texto y su fracaso para alcanzar la realidad, y prestan una gran atención a los métodos utilizados en la escritura de la novela y al modo en que funciona nuestra mente cuando la leemos. Los poetas ingenuos forman un todo con la naturaleza; de hecho son como naturaleza, calmados, crueles y sabios. Escriben de forma espontánea, casi sin pensar. La poesía surge de modo espontáneo del universo natural que los rodea. No se diferencia entre su percepción del mundo y el mundo en sí. El poeta sentimental (emotivo, reflexivo) es un ser inquieto, sobre todo en un aspecto: no está seguro de que sus palabras vayan a transmitir el significado que pretende darles. Es consciente de los métodos y técnicas que utiliza y de lo artificioso de su esfuerzo. Diferencia tanto su percepción del mundo que cuestiona todo aquello que percibe, incluso sus propios sentidos"


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